lunes, 18 de abril de 2011

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1ra Entrega:

La pareja, como cualquier sistema vivo, puede ser descripta como algo que cambia permanentemente, en un proceso de desarrollo. Tan diferentes como los individuos, las parejas viven ciclos más cortos o más largos. Pueden durar un día o toda una vida. Y no es igual cuando nace que en la mitad del ciclo, o al final del mismo.


2da Entrega:

Las parejas pueden formarse respondiendo a distintos tipos de motivación y en diferentes etapas de la vida de las personas. Aunque hay diversos modos y criterios para emparejarse, actualmente una gran mayoría de las personas que se unen, tiene como motivación fundamental el amor (el enamoramiento) y un proyecto de vida en común.De modo general, se puede establecer el ciclo de vida de una pareja basada en el enamoramiento, en las siguientes etapas:

EL FLECHAZO: Es un instante de deslumbramiento, el momento en el que se produce el chispazo, se descubre “la química”. Aunque no conozcamos al otro, proyectamos en él nuestras ilusiones, deseos y fantasías. Nuestra imaginación vuela y no necesariamente coincide con la realidad. Es el momento del imán, la atracción inexplicable hacia el otro, ese “no-sé-qué” que nos gusta. Nuestra sexualidad y el deseo también
acompañan estos vuelos imaginativos. Sentimos mariposas en el estómago ante la inminente presencia de nuestro objeto del deseo, escalofríos, sudor, excitación, nerviosismo y ansias por el contacto físico.

ENAMORAMIENTO: Es la etapa de la pasión amorosa. Es una fuente de energía e intimidad. Nos vamos conociendo, pasamos mucho tiempo juntos, fluctúan ilusiones y desilusiones, justamente a raíz del proceso de irnos conociendo y saber cómo es el otro de verdad. Comenzamos a pensar en “nosotros”, y a tener la necesidad de proyectos compartidos. En esta etapa la sexualidad está a flor de piel, muy activa, suele haber contacto sexual corporal, genital y coital permanente.

FORMACIÓN DE ESTABILIDAD: Se descubren las posibilidades y límites de la relación, aprendemos a compartir y a conocer a quien nos acompaña. Es una etapa difícil, de adaptación mutua, en la cual el proyecto es consolidar el “nosotros” y aprender a crecer de a dos. Desde el punto de vista sexual, vamos conociendo qué nos gusta del otro; la relación sexual se va estabilizando y muchas veces disminuye un poco en frecuencia, pero no necesariamente en intensidad. El grado de intimidad se incrementa por el aumento de la confianza y el conocimiento mutuos.

3ra  Entrega


AFIRMACIÓN  En esta etapa se produce el aprendizaje de la convivencia. Hay que aprender a negociar, a compartir roles, a aceptar las diferencias, a resolver las dificultades y conflictos. Se produce también una lucha por el poder, peleamos a ver quién tiene la razón, quién se somete y quién es sometido. Es el momento de la formación de la familia, con la llegada de los hijos, lo cual genera un cambio (la primera crisis vital importante y universal) en el sistema familiar formado antes solamente por los integrantes de la pareja. Ahora, hay que adaptarse a los nuevos roles parentales, donde los hijos se interponen y se modifica la intimidad en la pareja. La sexualidad se condiciona a la presencia de los hijos, tenemos que esperar que se duerman o se vayan a otro lado, o dejarlos con alguien para “escaparnos” a estar solos. Los niveles de expresividad sexual deben cambiar para adaptarse a la nueva situación. 

4ta Entrega
LA MITAD DE LA VIDA Se produce aproximadamente entre los 35 y los 50 años de vida de las personas. En esta etapa nos encontramos en medio de la crisis de pareja con nuestras crisis personales relacionadas e interactuando con las de nuestros hijos (adolescentes), nuestros padres (en su tercera edad) lo cual en ocasiones puede llegar a generar una gran crisis familiar. Es una etapa difícil, de replanteos y de balances personales y conyugales. Solemos pensar qué proyectos cumplimos y cuáles no. Desde el punto de vista sexual hay rutinas, muchas veces falta de comunicación. Y en ocasiones no encontramos en el otro la posible satisfacción de nuestras cambiantes necesidades. Se necesita fortalecer la autoestima y puede buscarse fuera de la pareja lo que no se encuentra en ella.

5ta Entrega:

MADUREZ Y VEJEZ: En este momento, los hijos ya son grandes, se van de la casa y los integrantes de la pareja se quedan nuevamente solos. Se produce en este momento otra de las grandes crisis evolutivas universales en la pareja.

¿Qué sucede con la intimidad, la sexualidad y el amor? Pueden producirse dos situaciones extremas.

En una, se genera un reencuentro: los integrantes de la pareja nos volvemos a encontrar (“volvemos a ser novios”) y si está todo bien, nos re-elegimos, nos conquistamos nuevamente y re-vivimos juntos situaciones de plenitud (irse de viaje, compartir paseos, estar solos de nuevo), con un resurgimiento sexual que puede ser tanto genital como afectivo. También si nos lo permitimos, hay una liberación en el goce de la sexualidad porque ya no existen barreras como la posibilidad de un embarazo, ni la presencia de otras personas (por ejemplo, los hijos) que inhiben la expresividad sexual.




En el segundo caso, puede suceder que se hayan producido crisis accidentales o de cualquier otro tipo y los miembros de la pareja se sienten como dos extraños. No se reconocen ni encuentran de dónde sostenerse para mantener la relación y entonces puede producirse la ruptura.




Cada pareja es un mundo. Nos pasan cosas distintas, en momentos diferentes, pero en algunos casos hay coincidencias y situaciones más o menos universales.


La clave está en reconocerlas y aceptarlas para cambiar aquellas que podemos y convivir lo más pacífica y serenamente con las que no pueden modificarse.



6ta Entrega


Por qué nos es tan difícil comunicarnos, y en especial con la pareja?


A menudo nos encontramos con parejas y familias que dicen tener una buena comunicación, y es que ellos creen que comunicación es sólo hablar mucho de lo que les sucede a lo largo del día.


Esta es la forma más simple de comunicación, pues sí hay un emisor, un mensaje, y un receptor. Pero la comunicación en las parejas y familias es mucho más que eso, tendría que ser mas profunda, implicar descubrirse en el otro y descubrir al otro en lo más íntimo de nuestro ser.


En efecto, parece complicado... y así es. Pero también es imprescindible para la salud de la pareja y familia.


A veces nos parece que hablamos en chino. Cada quien habla "idiomas" diferentes, y esto nada tiene que ver con el lenguaje verbal sino con toda una estructura psíquica con la que percibimos, procesamos y evaluamos al mundo.


Es decir: la información que nos llega la pasamos por unos filtros muy personales originados en las vivencias, educación, circunstancias, creencias, etc.


Por ejemplo: si yo en este momento te pido que cierres los ojos y te imagines un paisaje con árboles, una cascada y una vereda, seguramente tus árboles, tu cascada y tu vereda son muy distintos a los que yo me imaginé.


La falta de lenguaje verbal, no es impedimento para una comunicación profunda; probablemente hayas escuchado que dicen "que un gesto vale más que mil palabras", y es que cuando se envía un mensaje por medio del lenguaje corporal lo hacemos con todo nuestro ser.


También hay parejas que se quejan de la falta de comunicación y no es que necesiten hablar más sino que lo que necesitan es más intimidad, y no en el plano sexual, sino en el de “lo que necesito de tí y tú de mí, y de lo que yo significo para tí y tú para mí”.




7ma Entrega


LA PAREJA: CELOS EN LA PAREJA
Sufrir celos de forma moderada es una respuesta emocional normal pero, sentir celos de manera exagerada y descontrolada lo convierten en algo patológico. Esto es señal de que a nivel psicológico hay algo que no va bien. Pero, ¿sabemos por qué sentimos celos?, ¿qué podemos hacer para superar celos?.


1. ¿Qué son los celos?
2. ¿Por qué somos celosos?
3. Cómo controlar los celos


1. ¿Qué son los celos?
Los celos son un sentimiento de temor a perder a la persona amada.

Los celos, de forma controlada y en pequeñas dosis, pueden ayudarnos a potenciar la relación pero, cuando los celos son enfermizos nublan la razón de quien los padece.

Las sospechas del celoso se basan, la mayoría de las veces, en hechos infundados y, el constante temor a ser abandonados les lleva a ejercer un continuo control sobre la pareja.
Aunque conviene saber que cuanto más seguros nos sentimos de nuestra pareja y de nuestra relación con ella menos intensos y duraderos son los celos.


2. ¿Por qué somos celosos?


1. Falta de confianza en uno mismo: las personas inseguras muchas veces no se sienten merecedoras del amor de su pareja y esto les lleva a ser celosos y desconfiar de la sinceridad y cariño del otro.
Siempre están pensando en que en cualquier momento su pareja puede conocer a alguien mas atractivo y tienen miedo a que descubra lo poco que vale en realidad.


2. Experiencias familiares: Es probable que una persona que haya presenciado escenas de celos en sus padres tenga más predisposición a ser celoso que otra cuyos padres se sentían seguros el uno del otro.


3. Experiencias vividas: las personas que han sido traicionadas alguna vez por alguien en quien confiaban es más probable que posteriormente desarrollen una personalidad celosa.


4. Trastornos psicológicos: las personalidades paranoides, narcisistas e histriónicas tienen una gran tendencia a desconfiar continuamente de los demás y por consiguiente a desarrollar una celotipia.


3. Cómo controlar los celos


1. Evite pensamientos destructivos que hacen que el problema de los celos se agrave e intente sustituirlos por otros de seguridad y confianza que ayuden a frenarlos.

Trate de ser objetivo y aprenda a diferenciar lo que son hechos reales de lo que puede estar manipulando su imaginación.
Esto no es otra cosa que tomar verdadera conciencia del problema e intentar hacer algo al respecto,una consulta con un profesional.


2. Procure ser más tolerante y dejarle espacio a su pareja:luche contra ese impulso insistente que le lleva a estar en todo momento controlando y preguntándole sobre lo que hace y con quien.

De esta forma lo único que va a conseguir es que su pareja sea cada vez más insegura y fragil.






































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