viernes, 6 de marzo de 2015

CUANDO EL DOLOR SE TRANSFORMA EN AMOR

El Amor es participación, es compromiso. No es momentáneo. Una vez que echa raíces, puede ser para siempre. Puede ser una participación de toda la vida. El Amor necesita intimidad, y sólo cuando te haces íntimo con el otro se convierte en un espejo. Cuando solo te unes sexualmente con una mujer o un hombre, no te has encontrado en absoluto, de hecho, evitaste el alma de la otra persona. Acabas de usar su cuerpo y escapaste, y el otro utiliza tu cuerpo y se escapa. Nunca intimaste lo suficiente para revelar las caras originales de cada uno.

El Amor es el mayor Zen conocido. Es doloroso, pero no lo evites. Si lo evitas has evitado la mayor oportunidad para crecer. Entra en él, sufre el Amor, porque a través del dolor, viene un gran éxtasis. Sí, hay dolor, el éxtasis puede nacer. Sí, tendrás que morir como un ego, pero si se puede morir como ego, nacerás como Dios, como un Buda. Y el Amor te dará el primer sabor del Tao, del Sufismo, del Zen. El Amor te dará la primera prueba de que la vida no es sin sentido. Las personas que dicen que la vida no tiene sentido son las que no han conocido el Amor. Todo lo que están diciendo es que en su vida se ha perdido el Amor.
Deja que haya dolor, que haya sufrimiento. Vé a través de la noche oscura, y llegarás a un hermoso amanecer. Sólo en el vientre de la noche oscura el sol evoluciona. Es sólo a través de la oscura noche que llega la mañana. Todo acercamiento aquí es el del Amor. Puedes olvidarte de Dios, que es sólo una palabra vacía. Puedes olvidarte de la oración, porque son sólo rituales impuestos por los demás en ti. El Amor es la oración natural, no impuesta por nadie. Se nace con ella. El amor es el verdadero Dios - no el Dios de los teólogos, sino el Dios de Buda, Jesús, Mahoma, el Dios de los sufíes.
El Amor es un tariqa, un método, te va a matar como un individuo separado para ayudarte a convertirte en el infinito. Desaparecer como una gota de rocío y convertirse en el océano, pero tendrás que pasar por la puerta del Amor. Y, ciertamente, cuando uno comienza a desaparecer como una gota de rocío, y uno ha vivido siempre como una gota de rocío, duele, porque uno piensa, "yo soy esto, y ahora esto se va. Me estoy muriendo". No estás muriendo, sólo una ilusión se está muriendo. Te has identificado con la ilusión, cierto, pero la ilusión sigue siendo una ilusión. Y sólo cuando la ilusión se ha ido vas a ser capaz de ver lo que eres.Y esa la revelación te llevará a la cumbre máxima de la alegría, de la felicidad, de la celebración.
*Osho"

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