sábado, 25 de julio de 2015

“El histeriqueo encubre una personalidad vulnerable al abandono”

REVISTA NEA | EL CONSULTORIO



Domingo 18 de mayo de 2014 |
 Si me preguntan sobre la histeria, inmediatamente me remito al tipo de neurosis nombrada por Freud; pero hoy en día es común nombrar con el término “histeria” a aquellas mujeres u hombres que juegan a seducir; y digo hombres porque ellos también asumen el rol de seductores empedernidos pero que escapan al amor y al compromiso.
Desde este punto observamos que las personas a las cuales se las llama “histéricas”, no desde el sentido psicopatológico, sino desde el factor de la seducción, gustan jugar a tentar al otro, de brindar todas las señales posibles, de demostrar que se mueren de amor y pasión, que están dispuestas a todo, y cuando la otra persona responde a esa táctica, cuando ya se siente seguro y dice “está conmigo”, es decir, cuando se tira a la pileta; la otra persona – él o la histérica- inmediatamente responde con rechazo, indiferencia y evasión.
Ahora, este modo de accionar frente al sexo opuesto, ¿puede ser considerado como una estrategia de seducción? Y como dice el refrán, “hay de todo en la viña del Señor”, y es así; ya que hay personas que caen rendidas a este juego, y pueden permanecer mucho tiempo intrincado con una persona de estas características, en la que algunos se establecen como objetivo lograr conquistar a la otra persona, sin saber que cuando la persona que juega a seducir obtiene la atención que desea, vuelca toda su energía a “encantar” a otra presa. Así también hay hombres y mujeres que no se enredan en este juego y prefiere abandonarlo.
Seguro te debes preguntar ¿qué los lleva a querer seducir constantemente a otra persona y luego generar rechazo y apelar a la fuga? Este tipo de conducta encubre una personalidad vulnerable al abandono, con una alta necesidad de reconocimiento y aprobación, y muy baja tolerancia a la frustración; con incapacidad para establecer relaciones interpersonales profundas y duraderas, prefiriendo la superficialidad para no dejar traslucir sus rasgos personales más débiles y así no volverse presas de otras personas; son ellos o ellas quienes desean tener el control de la situación, y cuando lo consiguen pierden el interés y buscan la manera de comenzar nuevamente ese juego, convirtiéndose así en círculo vicioso de nunca acabar.
Por eso, ¡atentos! Frente a una persona así es mejor saber cuáles son las reglas del juego, no te enamores, disfruta del momento y no gastes energía en una relación que no va a llegar a buen puerto.


“(Los seductores) desean tener el control de la situación, y cuando lo consiguen pierden el interés y buscan la manera de comenzar nuevamente ese juego, convirtiéndose así en círculo vicioso de nunca acabar” 
                            
Lic. Rosana Aranchuk
Psicóloga – M. P. 352 - Postgrado de Especialización en Psicosomática. aranchukrosana@gmail.com 

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